En el corazón del Val Miñor
Pazo da Escola es un establecimiento de turismo rural que nace en el año 2004 fruto del tesón y la ilusión de una familia por mantener el legado de sus antepasados y transmitir su forma de vida a través de su gastronomía, su cultura y sus paisajes. Este complejo hostelero situado en la zona sur de la provincia de Pontevedra se encuentra enclavado en el corazón del Val de Miñor , valle recorrido por el río que lleva su mismo nombre y que aglutina tres municipios, Baiona ,Nigrán y Gondomar .
A 4 km de las playas, a 15 km de Portugal o Vigo y a 85 km de Santiago, Pazo da Escola se encuentra rodeado de mar, montaña, ríos y prados. El establecimiento hostelero se ubica en una antigua edificación del siglo XVIII llamada Pazo de Mendoza que debe su nombre a su fundador D. Policarpo de Mendoza, noble de la época, caballero de la orden de Carlos III y rector de la universidad de Oviedo entre muchos otros títulos que ostentó.
Un “pazo” es una construcción típica gallega que se ubica en un entorno rural y suele estar compuesta por un conjunto de edificaciones que le confieren una identidad propia, entre ellas se encuentra el hórreo, la capilla, palomar, dependencias para animales y algún que otro ornamento natural como las camelias y los cipreses. Además de la mayoría de estos elementos antes citados, esta casa de turismo rural cuenta con piscina, huerto donde se cultivan hortalizas, una pequeña granja con animales domésticos y una gran extensión de terreno repleto de árboles frutales como cerezos, ciruelos, perales, manzanos, nogales y castaños, entre otros.
El hotel
Pazo da Escola tiene tres tipos de cuartos, todos situados en la casa. Todos ellos tienen un color y una decoración distinta, lo que los convierte en únicos. Cada uno de ellos lleva un nombre diferente, que hace referencia a alguno de los barrios más significativos de la parroquia de Mañufe. (Ver más…)
Valoraciones de clientes
Estuve con mi hija de vacaciones y no puedo decir más que es un lugar maravilloso, la atención de lujo, son súper amables, la comida indescriptible, para llevarse la cocinera a vivir a casa. Un enclave maravilloso además ??
Un lugar encantador con unas prestaciones inmejorables, los anfitriones Xuxo y Paula nos trataron con una amabilidad y atención estupenda. Los desayunos y comidas con muy buena calidad y variedad de productos.
Un trato muy cercano con los propietarios. Muy amables en todo momento. Un entorno muy tranquilo, árboles frutales y animales al aire libre. Desayuno tradicional buenísimo y raciones interminables en el restaurante.